Esta es una de las preguntas más habituales en los talleres de sexualidad porque, a pesar de toda la información que hay por la red, las Infecciones de Transmisión Genital son un melón que nadie quiere abrir.
Durante las relaciones sexuales se pueden propagar unas infecciones hasta ahora llamadas «infecciones de transmisión sexual» (ITS), aunque también habrás visto que en algunos espacios siguen llamándolas «enfermedades de transmisión sexual» (ETS) y empezarás a ver el término «infecciones de transmisión genital» (ITG), que es lo que utilizaremos en este espacio. ¡El mundo cambia y, con él, la forma de nombrar las cosas!
Como muchas cosas en la vida, el sexo conlleva algunos riesgos y no hay modo de garantizar que sea seguro al cien por cien. Ahora bien, saber algunas cosas sobre ITG puede ayudarte a tomar las decisiones más adecuadas para ti, y también para el resto de personas.
Tengas o no tengas relaciones sexuales, esta información te puede interesar.
Existen muchos mitos y datos erróneos en internet sobre las ITG. Con tanta información, a veces cuesta saber cuál es la correcta, así que aquí te hacemos un resumen para que sepas bien lo que hay.
¿Qué son las ITG?
Las ITG son infecciones causadas por bacterias, virus, hongos o parásitos que se transmiten entre las personas a través del contacto piel con piel de los genitales, el contacto con fluidos corporales con la sangre (fluidos como los de la vagina, el semen o la mucosidad del ano), o el contacto de la sangre con la sangre.
Las mucosas, la vagina, el pene, el ano y la boca son los lugares en los que es más frecuente encontrar los microorganismos que pueden producir una ITG.
¡Ah! Si utilizas juguetes sexuales, ¡cuidado! También pueden estar infectadas si no las has higienizado.
Existen diferentes ITG con orígenes, síntomas y formas de transmisión diversas: VIH/SIDA, gonorrea, sífilis, infección por clamídia, herpes genital, Virus del Papiloma Humano (VPH)/condilomas, hepatitis víricas, tricomoniasis, infección por parásitos tales como ladillas.
Además, hay otras infecciones que hay que tener en cuenta, aunque no son consideradas ITG, porque, a pesar de que pueden aparecer sin necesidad de haber tenido relaciones sexuales, también se pueden transmitir durante estas, como la candidiasis o la vulvovaginitis.
Suena horrible, sí, pero que no se extienda el pánico. La información que ahora te contamos puede ayudarte.
¿Puedo evitar una ITG?
Afortunadamente, hay muchas cosas que podemos hacer para reducir el riesgo de contraer una ITG y cuidar nuestra salud sexual y la de las personas con las que nos relacionamos.
Aquí te dejamos algunos métodos que permiten tener sexo de manera segura:
- Realizar actividades de menor riesgo, como besos, caricias, o petting.
- Utilizar productos de barrera siempre: condones, también vaginales, para penetración pene-vagina o pene-ano; barreras bucales de látex o poliuretano para practicar sexo oral; guantes de látex para masturbación.
- Lavar los juguetes sexuales (vibradores, dildos u otros): si son compartidos, limpiarlos también cada vez que los use otra persona o, si no es posible, ponerles un condón y cambiarlo con cada práctica.
- Hacerse pruebas médicas: controlar con regularidad también puede ayudar a prevenir la propagación de las ITG, ya que muchas de ellas no presentan signos perceptibles y no se puede saber a simple vista si tenemos una.
- Hay vacunas para algunas ITG. De momento, podemos protegernos de este modo del VPH o la hepatitis A y B.
Los condones son muy efectivos para prevenir ITG como la gonorrea, la clamídia y el VIH (funcionan el 98% de los usos), pero pueden ser menos eficaces para prevenir las ITG que se transmiten por contacto piel con piel, por eso es importante valorar otros métodos.
Y, como en casi todo, ¡la clave es hablar! Utilizar productos de barrera es esencial, sin embargo, hablar con nuestras parejas sexuales también es muy valioso. Recuerda, una buena comunicación facilita que todas las personas se sientan cómodas y seguras. Habla sobre el tipo de prácticas sexuales que querrías llevar a cabo, sobre cómo protegeros y sobre haceros las pruebas para ITG.
Vivir comporta riesgos, así que infórmate, minimízalos y ¡A DISFRUTAR!