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Servei Jove d’Atenció a les Sexualitats

il·lustració sobre el sexting

Sexting: qué es y qué no es.

Para la mayoría de las personas, el mundo online forma parte de nuestra vida diaria y lo utilizamos para mantenernos en contacto con nuestras familias, amistades y gente conocida a través de las redes. La tecnología puede ser una oportunidad genial para comunicarnos y divertirnos, pero también puede tener algunos inconvenientes.

En otras entradas ya hemos hablado sobre el respeto y el consentimiento, que también se aplica cuando nos relacionamos online, pero también es importante conocer qué es y qué no es el sexting, y tener información suficiente y establecer los límites cuando sean necesarios.

¿Qué es el sexting?

Denominamos sexting a una práctica sexual que consiste en enviar fotos, vídeos o mensajes sexuales a otra persona. Cómo cualquier otra práctica (sexo oral, penetración…), es necesario decidir libremente y acordar entre las personas que participan. Igual que pones límites en persona, también puedes hacerlo en Internet, sin sentir la presión de tener que mandar fotos de tu cuerpo.

Nadie puede obligarte a hacer algo si no te sientes cómoda.

Igual que cualquier otra práctica sexual, esta tiene que ser consensuada. No envíes estas imágenes si no quieres hacerlo, ¡pero tampoco si la otra persona no quiere recibirlas! Si envías fotos de tu cuerpo desnudo, que siempre sean solicitadas o dentro de un entendimiento en que las personas que participan se sienten cómodas y seguras. Piensa que, si no lo habéis hablado previamente, hay una posibilidad (muy probable) que la otra persona no quiera abrir el móvil y ver, de repente, una foto de tus genitales.

Mandar fotos íntimas de forma no solicitada es acoso y tiene nombre: ciberflashing.

El Ciberflashing es una práctica desagradable que se ha vuelto muy popular en las redes sociales, especialmente entre algunos hombres, que envían fotos de su pene, o dick picks, a mujeres jóvenes sin que lo hayan solicitado. Esta forma de acoso virtual es denunciable. Si no has pedido una foto sexual a alguien, no tiene derecho a mandar-la.

¿Qué ocurre si eres menor de edad?

Hacer, compartir o almacenar fotos de carácter sexual de menores de edad es ilegal incluso con consentimiento (e incluso si la persona que aparece en estas fotos eres tú mismo). Esto significa que si tú, tu pareja o ambos sois menores de edad, legalmente, no podríais hacer sexting hasta cumplir los 18 años. Es importante saber que estas leyes existen para proteger a la gente joven de delitos muy graves.

Compartir contenido sexual online con otras personas es una actividad que implica riesgos y, aunque se supone que hay confianza entre ambas partes, a veces las fotos y vídeos se utilizan para violentar a las personas que salen en las imágenes y no para mantener una relación sexual consentida. Cuando mediante sexting se ejerce violencia contra una persona, no es sexting. Si alguien difunde o envía estos mensajes, vídeos o imágenes a terceras personas sin el consentimiento de quien aparece, lo llamamos sexpreading y, desde 2015, es un delito.

Cuando se difunden estos contenidos, perdemos el control sobre ellos. Esto puede dar lugar a que la persona que aparece en las imágenes sufra extorsión, chantaje o grooming (acoso o abuso sexual a niñas, niños y adolescentes por parte de personas adultas).

La gente hace esto por muchas razones: para presumir delante de sus amigos, para hacer daño a alguien, por romper la relación, por avergonzar a alguien, o simplemente porque les parece divertido. Sea cual sea la razón, el sexpreading nunca está bien, provoca mucho dolor y nunca es culpa de la persona que aparece en las imágenes.

A veces, escuchamos a gente que dice cosas como “no debería haber enviado estas fotos”. Este tipo de comentarios pueden tener buenas intenciones, pero en realidad culpan a la víctima del delito que otra persona ha cometido.

Si alguna vez te encuentras en una situación en la que se ha compartido una imagen tuya sin consentimiento, NO ES CULPA TUYA, es la persona que presiona para recibir estas imágenes o la que las comparte, la que está actuando mal.

Cuando ocurre algo así, es común que esta persona se sienta sola, tenga una sensación de violación, culpabilidad y ansiedad y le resulte complicado hablar con alguien de lo que le ha pasado. Si estás en esta situación, te animamos a hablar con una persona adulta o a denunciar lo que te ha pasado. Solo la persona que ha difundido las imágenes debería sentirse avergonzada.

¿Hay alguna forma de protegernos y evitar vernos en una situación parecida?

Si quieres practicar sexting y tienes la seguridad de que es lo que te apetece y que la decisión es propia, hay algunas cosas que puedes hacer para minimizar los riesgos:

  • Empecemos por tener mucha seguridad de querer hacerlo. Si hay coacción, amenaza o presión para sextear, deberías de cortar el contacto y no ceder al chantaje.
  • Valora si la otra persona merece tu confianza y si entiende que debes proteger tu intimidad.
  • Avisa a la otra persona antes de enviar contenido sexual para que no le pille por sorpresa, esto puede ser incómodo o generar problemas.
  • Revisa que tu dispositivo no tenga un código malicioso y pide a la otra persona que también lo haga.
  • Evita utilizar redes Wi-Fi públicas para enviar este tipo de contenido y solicita a quien le recibe que haga lo mismo.
  • No hay prisa. Decide con calma qué tipo de contenido quieres enviar.
  • Evita mostrar partes de tu cuerpo que puedan ayudar a identificarte (cara, marcas corporales como pecas, cicatrices o tatuajes, objetos o el entorno…) y datos como la geolocalización.
  • Usa aplicaciones seguras, las hay específicas para ello.
  • Elimina del dispositivo (y de la nube, en su caso) las imágenes íntimas, y pide a la otra persona que haga lo mismo.

Aunque no practiques sexting, ¡esto también te interesa!

Si no te has visto en una situación de este tipo, pero has visto o conoces un episodio en que se haya hecho sexpreading a terceras personas, puedes contribuir a mejorar o empeorar la situación. A veces es fácil olvidar que hay personas reales detrás de la pantalla, pero puede haber alguien que esté pasando por una situación muy dolorosa. Tienes el poder de desafiar los comentarios que culpan o avergüenzan a la víctima y de contribuir a frenar esta situación.

PIENSA: ¿por qué se critica tanto el sexting en vez del sexpreading? ¿Por qué no ponemos el foco en que la gente deje de enviar fotos, mensajes o vídeos de otras personas que no han decidido esto?

¿Por qué al final las fotos o vídeos que más circulan por las redes son de chicas y no de chicos? ¿Por qué no dejamos que cada persona viva la sexualidad que quiera de un modo libre? ¿Por qué no responsabilizamos a las personas que envían estas fotos sin consentimiento en vez de las personas que realizan sexting?

Algunos recursos sobre sexting y sexpreading

También puedes echarle un ojo a «Per què li diuen sèxting quan parlen de sexpreading

¿Has sufrido sexpreading?

Si te encuentras en esta situación, o conoces a alguien que le está sufriendo, puedes contactar con el Servei Jove d’Atenció a les Sexualitats.

Recuerda que este servicio de la MASSMA es gratuito y confidencial, y que puedes contactar con la sexóloga por varios canales. Elige lo que más cómodo te resulte:

  • Teléfono, WhatsApp y Telegram: 722 156 337