Esto es algo que nunca debería ocurrir, sin embargo, los casos de sumisión química son una realidad. Conocer qué drogas se utilizan con mayor frecuencia, cuáles son sus efectos y cómo debe actuar una persona que cree que ha podido ser víctima de un delito de este tipo no debería producirnos terror, esta información nos puede servir de protección.
¿Qué es la sumisión química?
La sumisión química consiste en la administración de sustancias químicas a una persona, sin su consentimiento ni conocimiento, para manipular su voluntad con fines delictivos.
Las formas más habituales de administrar estas sustancias son, bien poniéndola en la bebida de la víctima sin que esta se dé cuenta, o bien pinchando la sustancia con jeringa.
¿Qué sustancias pueden producir sumisión química?
Existen varias sustancias que se pueden utilizar, aunque la más utilizada en los casos de sumisión química es el alcohol, ¿lo sabías?
El alcohol es una droga aceptada socialmente y, en muchas ocasiones, las mismas víctimas lo consumen libremente; pero hay otras muchas sustancias que pueden ser usadas, como las benzodiacepinas, el GHB o éxtasis líquido, la ketamina y, en menor medida, la Burundanga.
¿Qué personas están en situación de mayor vulnerabilidad?
Cualquier persona puede ser víctima de sumisión química, pero la realidad es que es una práctica que se emplea, mayoritariamente, contra mujeres jóvenes en ambientes de ocio o fiesta. Esto se hace, generalmente, para ejercer violencia sexual y, por lo general, los abusadores son hombres.
¿Cómo sé si he sido víctima de una agresión sexual mediante la sumisión química?
Esto no es fácil: las drogas que se utilizan habitualmente generan amnesia en la persona que las ha consumido, es decir, que no es capaz de recordar con claridad lo ocurrido durante este espacio de tiempo, pero hay cosas que nos pueden alertar.
Señales que pueden indicar que has sido víctima de agresión sexual mediante la sumisión química:
- Si apareces en un sitio que no conoces o sin saber cómo has llegado.
- Te falta ropa o la llevas mal puesta.
- Te explican que te comportaste de una manera que no es habitual en ti.
- Encontrarte mal, la resaca es peor que habitualmente, o sientes más cansancio o sueño que normalmente.
- No eres capaz de recordar todo lo ocurrido.
- Sientes dolor en la zona genital.
Y, ¿qué hago si sospecho que he podido ser víctima de sumisión química?
Estas drogas no tienen un efecto instantáneo. Si has oído un pinchazo, o has podido saber que alguien ha puesto alguna sustancia en la tuya copa antes de notar los efectos, es muy importante avisar a las personas que estén contigo y puedan acompañarte.
Si estás en un local, acércate al personal de seguridad y explícales lo que ha pasado, su deber es facilitarte la ayuda, buscar a la persona o personas que hayan podido hacerlo y estar alerta para evitar que haya más víctimas.
Llama por teléfono a emergencias (112): una ambulancia y la policía se ocuparán de la situación y quedará constancia de lo ocurrido.
También es posible que, en el momento, no hayas sido consciente de ser víctima de un pinchazo o algún tipo de sumisión química, pero sí que lo puedes sospechar al día siguiente. Si tienes indicios, es crucial acudir cuanto antes a un hospital para que te puedan hacer las pruebas pertinentes y denunciar a la policía lo ocurrido.
A veces, las personas que han sido víctimas de este tipo de delitos pueden sentir culpa por lo ocurrido, lo que hace que tarden en pedir ayuda y denunciar.
SOLO LOS AGRESORES SON CULPABLES.
¿Cómo prevenir el sometimiento químico?
Una buena idea sería exigir a las autoridades que implementen medidas que eviten que los agresores puedan cometer este tipo de actos y aseguran la seguridad y la integridad de las personas, en su mayoría mujeres jóvenes, posibles víctimas de este delito.
Mientras esto llega, preocupémonos por las personas de nuestro alrededor, estemos pendientes de nuestras amistades y cuidémonos.
Servei Jove d’Atenció a les Sexualitats
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